lunes, 1 de marzo de 2010

Mi familia, mi esencia

Mi esencia es mi familia. Es sin lo que yo no sería yo y sin la que no podría vivir. Es la que me quiere de verdad, sin condición. Los que han estado, están y estarán a mi lado pase lo que pase y haga lo que haga. Siempre he sabido la suerte que tengo de pertenecer a ella, pero quizás el momento en que realmente me di cuenta de la suerte que tenía fue en mi viaje Erasmus.

Durante 5 meses me fui a vivir a Holanda. Me costó mucho irme porque siempre hemos estado juntos, somos una familia muy unida y era la primera vez que iba a separarme de ellos. Fue más o menos a la tercera semana de estar allí cuando me di cuenta de la realidad. Empezaba a echar de menos el cariño, las conversaciones, las regañinas, todo. Una especie de vacío interior se apoderó de mí, no era feliz porque me faltaba lo más importante. El sentimiento era de nostalgia infinita.
Se acumuló todo. Al hecho de estar sin ellos había que añadir la dificultad de una nueva universidad, sin tus amigos, con un idioma diferente, costumbres diversas y sobre todo estar a cientos de kilómetros de casa… Durante un par de días quería volverme a Madrid, hacer las maletas. Finalmente me quedé. Y fue lo mejor que pude hacer. Mi familia iba a estar a mi vuelta, esperando con los brazos abiertos, como siempre. Aquella experiencia me hizo crecer muchísimo. Conocí un montón de buenos amigos que estarán para siempre en mi corazón ya que fueron como mi familia allí, aprendí a desenvolverme en un montón de circunstancias que antes no había vivido, a estar sola conmigo misma, a conocerme a mi y conocer lo que soy capaz de hacer. Y lo más importante aprendí a valorar todo lo que mi familia hace por mi en el día a día que no valoraba como era debido. Sin lugar a dudas repetiría la experiencia, fueron 5 meses maravillosos, indescriptibles y ahora echo mucho de menos a la familia de amigos que se formó allí. ¿Quién lo hubiera imaginado en aquella tarde que quería volverme a Madrid?
Hoy en día sé que mi esencia es lo más importante del mundo, sin ella no soy yo totalmente y sin ella no puedo vivir.

La fotografía trata de reflejar la nostalgia que sentí algunas veces por estar lejos de casa y de todo mi mundo.
Celia Mayor Martín

1 comentario:

  1. Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.

    Y su amigo Mark Twain decidió añadir:

    Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

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